Las infraestructuras de los EEUU viven momentos críticos. Esta semana THE ECONOMIST a publicado un duro y crítico artículo sobre la evolución de la planificación norteamericana de sus infraestructuras. Algunos acontecimientos de los últimos años ponen de manifiesto la regresión producida en la planificación, en las inversiones y, en consecuencia, en el servicio que los ciudadanos reciben.
Hace un año se hundió un puente de forma inexplicable: estudios posteriores certificaron su mal estado. Los efectos de huracan Katrina pusieron de manifiesto lo insuficiente de las medidas de protección previstas. Este año las inundaciones del centro del país están dejando un reguero de destrucción y desolación propio de paises tercermundistas y no de la primera potencia mundial.
Las necesidades de planificación y de inversión convierten al mercado norteamericano en un objetivo prioritario para las empresas de ingeniería, constructoras y concesionarias de infraestructuras. En esto las empresas españolas están demostrando ser punteras en el mundo. Deberían aprovechar su oportunidad.